20.4.07

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Puto el que lee esto - Roberto Fontanarrosa

"Puto el que lee esto". Nunca encontré una frase mejor para comenzar un
relato. Nunca, lo juro por mi madre que se caiga muerta. Y no la escribió
Joyce, ni Faulkner, ni Jean-Paul Sartre, ni Tennessee Williams, ni el
pelotudo de Góngora.

Lo leí en un baño público en una estación de servicio de la ruta. Eso es
literatura. Eso es desafiar al lector y comprometerlo. Si el tipo que
escribió eso, seguramente mientras cagaba, con un cortaplumas sobre la
puerta del baño, hubiera decidido continuar con su relato, ahí me hubiese
tenido a mí como lector consecuente. Eso es un escritor. Pum y a la cabeza.
Palo y a la bolsa. El tipo no era, por cierto, un genuflexo dulzón ni un
demagogo. "Puto el que lee esto", y a otra cosa. Si te gusta bien y si no
también, a otra cosa, mariposa. Hacete cargo y si no, jodete. Hablan de
aquel famoso comienzo de Cien años de soledad, la novelita rococó del gran
Gabo. "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento..." Mierda.
Mierda pura. Esto que yo cuento, que encontré en un baño público, es muy
superior y no pertenece seguramente a nadie salido de un taller literario o
de un cenáculo de escritores pajeros que se la pasan hablando de Ross
Macdonald.

Ojalá se me hubiese ocurrido a mí un comienzo semejante. Ese es el golpe que
necesita un lector para quedar inmovilizado. Un buen patadón en los huevos
que le quite el aliento y lo paralice. Ahí tenés, escapate ahora, dejá el
libro y abandoname si podés. No me muevo bajo la influencia de consejos de
maricones como Joyce o el inútil de Tolstoi. Yo sigo la línea marcada por un
grande, Carlos Monzón, el fantástico campeón de los medio medianos. Pumba y
a la lona. Paf... el piñazo en medio de la jeta y hombre al suelo. Carlitos
lo decía claramente, con esa forma tan clara que tenía para hablar. "Para mí
el rival es un tipo que le quiere sacar el pan de la boca a mis hijos." Y a
un hijo de puta que pretenda eso hay que matarlo, estoy de acuerdo.
El lector no es mi amigo. El lector es alguien que les debe comprar el pan a
mis hijos leyendo mis libros.
Así de simple. Todo lo demás es cartón pintado. Entonces no se puede admitir
que alguien comience a leer un libro escrito por uno y lo abandone. O que lo
hojee en una librería, lea el comienzo, lo cierre y se vaya como el más
perfecto de los cobardes. Allí tiene que quedar atrapado, preso, pegoteado.
"Puto el que lee esto". Que sienta un golpe en el pecho y se dé por aludido,
si tiene dignidad y algo de virilidad en los cojones. "Es un golpe bajo",
dirá algún crítico amanerado, de esos que gustan de Graham Greene o Kundera,
de los que se masturban con Marguerite Yourcenar, de los que leen Paris
Review y están suscriptos en Le Monde Diplomatique. ¡Sí, señor -les
contesto-, es un golpe bajo! Y voy a pegarles uno, cien mil golpes bajos,
para que me presten atención de una vez por todas.
Hay millones de libros en los estantes, es increíble la cantidad alucinante
de pelotudos que escriben hoy por hoy en el mundo y que se suman a los que
ya han escrito y escribirán. Y los que han muerto, los cementerios están
repletos de literatos. No se contentan con haber saturado sus épocas con sus
cuentos, ensayos y novelas, no. Todos aspiraron a la posteridad, todos
querían la gloria inmortal, todos nos dejaron los millones de libros
repulsivos, polvorientos, descuajeringados, rotosos, encuadernados en telas
apolilladas, con punteras de cuero, que aún joden y joden en los estantes de
las librerías. Nadie decidió, modesto, incinerarse con sus escritos. Decir:
"Me voy con rumbo a la quinta del Ñato y me llevo conmigo todo lo que
escribía, no los molesto más con mi producción", no. Ahí están los libros de
Molière, de Cervantes, de Mallea, de Corín Tellado, jodiendo, rompiendo las
pelotas todavía en las mesas de saldos. Sabios eran los faraones que se
enterraban con todo lo que tenían: sus perros, sus esposas, sus caballos,
sus joyas, sus armas, sus pergaminos llenos de dibujos pelotudos, todo.
Igual ejemplo deberían seguir los escritores cuando emprenden el camino
hacia las dos dimensiones, a mirar los rabanitos desde abajo, otra buena
frase por cierto. "Me voy, me muero, cagué la fruta -podría ser el postrer
anhelo-. Que entierren conmigo mis escritos, mis apuntes, mis poemas, que
total yo no estaré allí cuando alguien los recite en voz alta al final de
una cena en los boliches." Que los quemen, qué tanto. Es lo que voy a hacer
yo, téngalo por seguro, señor lector. Millones de libros, entonces, de
escritores importantes y sesudos, de mediocres, tontos y banales, de señoras
al pedo que decidían escribir sus consejos para cocinar, para hacer punto
cruz, para enseñar cómo forrar una lata de bizcochos.

Pelotudos mayores que dedicaron toda su vida, toda, al estudio exhaustivo de
la vida de los caracoles, de los mamboretás, de los canguros, de los
caballos enanos. Pensadores que creyeron que no podían abandonar este mundo
sin dejar a las generaciones futuras su mensaje de luz y de esclarecimiento.
Mecánicos dentales que supusieron urgente plasmar en un libro el porqué de
la vital adhesividad de la pasta para las encías, señoras evolucionadas que
pensaron que los niños no podrían llegar a desarrollarse sin leer cómo el
gnomo Prilimplín vive en una estrella que cuelga de un sicomoro,
historiadores que entienden imprescindible comunicar al mundo que el duque
de La Rochefoucauld se hacía lavativas estomacales con agua alcanforada tres
veces por día para aflojar el vientre, biólogos que se adentran tenazmente
en la insondable vida del gusano de seda peruano, que cuando te descuidás te
la agarra con la mano.

Allí, a ese mar de palabras, adjetivos, verbos y ditirambos, señores, hay
que lanzar el nuevo libro, el nuevo relato, la nueva novela que hemos
escrito desde los redaños mismos de nuestros riñones. Allí, a ese
interminable mar de volúmenes flacos y gordos, altos y bajos, duros y
blandos, hay que arrojar el propio, esperando que sobreviva. Un naufragio de
millones y millones de víctimas, manoteando desesperadamente en el oleaje,
tratando de atraer la atención del lector desaprensivo, bobo, tarado, que
gira en torno a una mesa de saldos o novedades con paso tardío, distraído,
pasando apenas la yema de sus dedos innobles sobre la cubierta de los
libros, cautivado aquí y allá por una tapa más luminosa, un título más
acertado, una faja más prometedora. Finge. El lector finge. Finge erudición
y, quizás, interés. Está atento, si es hombre, a la minita que en la mesa
vecina hojea frívolamente el último best-seller, a la señora todavía pulposa
que parece abismarse en una novedad de autoayuda. Si es mujer, a la faja con
el comentario elogioso del gurú de turno. Si es niño, a la musiquita
maricona que despide el libro apenas lo abre con sus deditos de enano. Y el
libro está solo, feroz y despiadadamente solo entre los tres millones de
libros que compiten con él para venderse.

Sabe, con la sabiduría que le da la palabra escrita, que su tiempo es muy
corto. Una semana, tal vez. Dos, con suerte. Después, si su reclamo no fue
atractivo, si su oferta no resultó seductora, saldrá de la mesa exclusiva de
las novedades VIP diríamos, para aterrizar en algún exhibidor alternativo,
luego en algún estante olvidado, después en una mesa de saldos y por último,
en el húmedo y oscuro depósito de la librería, nicho final para el intento
fracasado. Ya vienen otros -le advierten-, vendete bien que ya vienen otros
a reemplazarte, a sacarte del lugar, a empujarte hacia el filo de la mesa
para que te caigas y te hagas mierda contra el piso alfombrado.

No desaparecerá tu libro, sin embargo, no, tenelo por seguro. Sea como
fuere, es un símbolo de la cultura, un icono de la erudición, vale por mil
alpargatas, tiene mayor peso específico que una empanada, una corbata o una
licuadora. Irá, eso sí, con otros millones, al depósito oscuro y maloliente
de la librería. No te extrañe incluso que vuelva un día, como el hijo
pródigo, a la misma editorial donde lo hicieron. Y quede allí, al igual que
esos residuos radioactivos que deben pasar una eternidad bajo tierra,
encerrados en cilindros de baquelita, teflón y plastilina para que no
contaminen el ambiente, hasta que puedan convertirse en abono para las
macetas de las casas solariegas. De última, reaparecerá de nuevo, Lázaro
impreso, en la mano de algún boliviano indocumentado, junto a otros dos
libros y una birome, como oferta por única vez y en carácter de
exclusividad, a bordo de un ómnibus de línea o un tren suburbano, todo por
el irrisorio precio de un peso. Entonces, caballeros, no esperen de mí una
lucha limpia. No la esperen. Les voy a pegar abajo, mis amigos, debajo del
cinturón, justo a los huevos, les voy a meter los dedos en los ojos y les
voy a rozar con mi cabeza la herida abierta de la ceja.

"Puto el que lee esto". John Irving es una mentira, pero al menos no juega a
ser repugnante como Bukowski ni atildadamente pederasta como James Baldwin.
Y dice algo interesante uno de sus personajes por ahí, creo que en El mundo
según Garp: "Por una sola cosa un lector continúa leyendo. Porque quiere
saber cómo termina la historia". Buena, John, me gusta eso. Te están
contando algo, querido lector, de eso se trata. Tu amigo Chiquito te está
contando, por ejemplo en el club, cómo al imbécil de Ernesto le rompieron el
culo a patadas cuando se puso pesado con la mujer de Rodríguez. Vos te tenés
que ir, porque tenés que trabajar, porque dejaste la comida en el horno, o
el auto mal estacionado, o porque tu propia mujer te va a armar un quilombo
de órdago si de nuevo llegás tarde como la vez pasada. Pero te quedás,
carajo. Te quedás porque si hay algo que tiene de bueno el sorete de
Chiquito es que cuenta bien, cuenta como los dioses y ahora te está
explicando cómo el boludo de Ernesto le rozaba las tetas a la mujer de
Rodríguez cada vez que se inclinaba a servirle vino y él pensaba que
Rodríguez no lo veía. No te podés ir a tu casa antes de que Chiquito termine
con su relato, entendelo.

Mirás el reloj como buen dominado que sos, le pedís a Chiquito que la haga
corta, calculás que ya te habrá llevado el auto la grúa, que ya se te habrá
carbonizado la comida en el horno, pero te quedás ahí porque querés eso que
el maricón de John Irving decía con tanta gracia: querés saber cómo termina
la historia, querido, eso querés. Entonces yo, que soy un literato, que he
leído a más de un clásico, que he publicado más de tres libros, que escribo
desde el fondo mismo de las pelotas, que me desgarro en cada narración, que
estudio concienzudamente cómo se describe y cómo se lee, que me he quemado
las pestañas releyendo a Ezra Pound, que puedo puntuar de memoria y con los
ojos cerrados y en la oscuridad más pura un texto de setenta y ocho mil
caracteres, que puedo dictaminar sin vacilación alguna cuándo me enfrento
con un sujeto o con un predicado, yo, señores, premio Cinta de Plata 1989 al
relato costumbrista, pese a todo, debo compartir cartel francés con
cualquier boludo.

Mi libro tendrá, como cualquier hijo de vecino, que zambullirse en las mesas
de novedades junto a otros millones y millones de pares, junto al tratado
ilustrado de cómo cultivar la calabaza y al horóscopo coreano de Sabrina
Pérez, junto a las cien advertencias gastronómicas indispensables de Titina
della Poronga y las memorias del actor iletrado que no puede hacer la O ni
con el culo de un vaso, pero que se las contó a un periodista que le hace
las veces de ghost writer. Y no estaré allí yo para ayudarlo, para decirle
al lector pelotudo que recorre con su vista las cubiertas con un gesto de
desdén obtuso en su carita: "Éste es el libro. Éste es el libro que debe
comprar usted para que cambie su vida, caballero, para que se le abra el
intelecto como una sandía, para que se ilustre, para que mejore su aliento
de origen bucal, estimule su apetito sexual y se encame esta misma noche con
esa potra soñada que nunca le ha dado bola". Y allí estará la frase, la que
vale, la que pega. El derechazo letal del Negro Monzón en el entrecejo mismo
del tano petulante, el trompadón insigne que sacude la cabeza hacia atrás y
hacia adelante como perrito de taxi y un montón de gotitas de sudor, de agua
y desinfectante que se desprenden del bocho de ese gringo que se cae como si
lo hubiese reventado un rayo. "Puto el que lee esto". Aunque después el
relato sea un cuentito de burros maricones como el de Platero y yo, con el
Angelus que impregna todo de un color malva plañidero. Aunque la novela
después sea la historia de un seminarista que vuelve del convento. Aunque el
volumen sea después un recetario de cocina que incluya alimentos
macrobióticos. No esperen, de mí, ética alguna. Sólo puedo prometerles, como
el gran estadista, sangre, sudor y lágrimas en mis escritos. El apetito por
más y la ansiedad por saber qué es lo que va a pasar. Porque digo que es
puto el que lee esto y lo sostengo. Y paso a contarles por qué lo afirmo,
por qué tengo autoridad para decirlo y por qué conozco tanto sobre su
intimidad, amigo lector, mucho más de lo que usted nunca hubiese temido
imaginar. Sí, a usted le digo. Al que sostiene este libro ahora y aquí, el
que está temiendo, en suma, aparecer en el renglón siguiente con nombre y
apellido. Nombre y apellido. Con todas las letras y hasta con el apodo. A
usted le digo.

--
slds.
Rodrigo H

19.4.07

Red Hot Chili Peppers - Hump de Bump

NUEVO VIDEO!!!!! Hicieron un esfuerzo por lo menos!!!

Velvet Revolver haciendo Paradise City

Velvet Revolver en el Quilmes Rock Festival

Fwd: FW: RV: En caso de emergencia

No es mala idea, si les parece interesante reenvienlo
Abrazo,
Gonza

> Idea interesante
> Las ambulancias y el SAME se han dado cuenta de que a menudo, en los accidentes en ruta o en ciudad, los heridos llevan encima un teléfono celular.
> Sin embargo, a la hora de atenderlos, no se sabe a quién contactar de la lista interminable de números.
> Nos lanzan por tanto la idea de que todo el mundo añada a su agenda del teléfono el número de la persona con la que contactar en caso de urgencia bajo el mismo seudónimo.
> El seudónimo internacional es ICE (= In Case of Emergency). Bajo este número inscribiremos a la persona a la que llamarán los bomberos, policías, SAME, Defensa civil.....
> Cuando haya varias opciones podremos señalarlas como*ICE1, ICE2, ICE3,* etc.
> Es sencillo, no cuesta nada y puede ayudarnos mucho!
> Si lesparece bien, pasen este mensaje al mayor número de personas posible.

Tiene peluca la mona?

Planteemos si la mona tiene peluca o no! Cuantos años tiene este especimen?
Miren la foto!!! Es la mona? Por que antes era mas viejo? Miren esas entradas?

16.4.07

En la escuela no se consigue

Nuestros próceres, bajo la lupa de los historiadores Felipe Pigna, Norberto Galasso, Pacho O'Donnell, José Ignacio García Hamilton y Hugo Chumbita. Relecturas que humanizan el bronce.

Si imaginásemos una escandalizada reunión de consorcio en el Cabildo de los primeros años de la Patria, de seguro a los más chismosos se les caería la baba por contar lo que la educación oficial dejó al margen. ¿Por qué? Tan simple como que ciertas verdades quedaron ocultas en las páginas de los libros primarios. Próceres exaltados en su 'bondad', corrupción oculta, orígenes confusos, batallas no trascendidas y falsas concepciones, conforman la lista del "tabú" histórico nacional. Aquí algunos casos que las versiones escolarizadas dejaron de lado al momento de instruir.

El precio de la "libertad de prensa"

La versión escolarizada cuenta que Manuel Dorrego fue derrocado y fusilado por oponerse al unitarismo, pero sobre todo porque cuando se estaba ganando la guerra contra la Banda Oriental, él la reconoció como un país independiente. Sin embargo, para el historiador Norberto Galasso esta es una concepción errónea, ya que Dorrego habría sido muerto por vincular a Bernardino Rivadavia con un hecho grave de corrupción.

"Dorrego publicaba artículos en el diario El tribuno. Desde allí, incomodó al gobierno de Buenos Aires, criticando al sistema centralista, pero también denunciando un hecho de corrupción trascendente. Ocurrió cuando la Minning Association, una empresa inglesa, se interesó por la explotación de minas en La Rioja. Esta no podía producir por la normativa que señalaba a las minas como recursos de las provincias. ¿Qué hizo Rivadavia? Aprovechó su mayoría en el Congreso, modificó la ley y estableció: "Las riquezas del país pasan a la jurisdicción del presidente de la república". Poco después, Dorrego escribió un artículo denunciando que Rivadavia la había convertido en su negocio", cuenta el historiador Norberto Galasso. Y agrega: "A un gobernador derrocado se lo hacía exiliar o se lo apresaba: jamás era fusilado. Lavalle es el supuesto líder del ejército que se enfurece, y da la casualidad de que él era un hombre de Rivadavia".

Al momento de hablar de Bernardino Rivadavia, las versiones clásicas lo consideran un demócrata y a menudo se lo etiqueta como "el más grande hombre civil". Las instrucciones escolares hablan de que sus gestiones lograron desarrollar un gran progreso general para los pagos rioplatenses. Sin embargo, Galasso opina lo contrario: "Su gestión fue desastrosa. Entre algunas de sus falencias está la inauguración de la deuda externa, la confección de una constitución totalmente aristocrática y centralista y el inicio de un período de libre importación que provoca un sin fin de perjuicios para la economía local".

El maestrito y su pandilla

Por los pasillos de las aulas primarias todavía resuenan comentarios del tipo: "Sarmiento jamás faltó a clase, era un alumno prolijo, bueno y cumplidor". José Ignacio García Hamilton le agrega un poco de color al repertorio del maestro de los maestros. Es que, de acuerdo al historiador, el ex Presidente de la Nación era dueño de un comportamiento y un carácter detestable. Tenía 12 años, había completado la escuela primaria y, para continuar los estudios secundarios, aspiraba a ser becado en el Nacional Buenos Aires. Pero como las becas eran menores a la cantidad de postulantes, todo terminó en un sorteo que no favoreció al joven Sarmiento.

"Esta gran decepción acentúa su carácter agresivo. Y en la adolescencia, Sarmiento se convierte en el líder de una pandilla de matones que azotaban las calles de la ciudad, provocando a jóvenes de los barrios linderos. Los encuentros solían darse los domingos, y en una de esas jornadas la bandita de Domingo acometió con pedradas y palos a unos muchachos de los barrios de Colonia y Valdivia, algunos de los cuales fueron tomados prisioneros y paseados insolentemente en ese carácter", cuenta Hamilton. Y agrega: "Pero no todo terminó allí: al jueves siguiente los agredidos se habían reorganizado para buscar venganza por la humillación recibida. Domingo citó a su gente, pero la cantidad de los enemigos era tal que Sarmiento sólo pudo conseguir a seis de sus amigos. ¿El resultado? Una paliza inolvidable que posteriormente el prócer inmortaliza en algunas de sus memorias".

San Martín, mestizo y burgués

La versión oficial indica que José es hijo de Juan de San Martín y Gregoria Matorras. Pero el historiador Hugo Chumbita insiste en que el prócer fue concebido luego de un relación fugaz entre la indígena Rosa Guarú –criada de la familia San Martín– y Diego de Alvear. "Rosa lo tuvo unos meses hasta que por orden de Alvear, 'Josecito' es adoptado por la familia San Martín y llevado a España para comenzar la carrera militar, financiada por Diego, su padre legítimo", afirma Chumbita. Para el historiador, que solicitó el año pasado un examen de ADN para corroborar definitivamente el origen del prócer, los elementos que sostienen la hipótesis existen: "Primero, jamás se encontró su partida de nacimiento y además Gregoria Matorras ya era demasiado grande como para concebir. Hay documentos que exponen que José de San martín era de aspecto mestizo, que él mismo a veces se autodenominaba el 'indio misionero' y que los enemigos lo nombraban como 'el cholo de Misiones'. Siguiendo esta línea, el libertador sería hermano de Carlos Alvear (con quien comparte la creación de la Logia Lautaro), quien se posicionó como un acérrimo enemigo.

Por otro lado, García Hamilton y Hugo Chumbita coinciden en que es inaceptable considerar que El Libertador fue un hombre pobre. García Hamilton señala: "San Martín va a amasar una fortuna gracias a las diversas propiedades que recibe: la familia de Remedios de Escalada le va a dejar una importante suma de dinero y una casa que hoy es un banco (ubicado en el Microcentro porteño); el cabildo de Mendoza le regala un campo en esa provincia, actitud que también toma el cabildo de Santiago de Chile. También el gobierno de Perú le otorga una pensión vitalicia. Y a todo esto, podemos sumarle los 12.500 pesos que le quedan por esa llamativa compra de barcos con fondos públicos. No quedan dudas de que dinero no le faltaba". En tanto, para Chumbita la base de ese supuesto patrimonio, se explica por una cantidad de dinero considerable que Diego de Alvear le regala en España, poco antes de que el revolucionario regrese a las Provincias Unidas del Río de la Plata.


¿Por qué en la escuela no nos cuentan esto? Los historiadores concluyen que la tendencia a enaltecer sin limitaciones la figura de ciertos personajes de la historia surge de la necesidad de crear una identidad nacional que represente los más profundos valores de una nación relativamente nueva y de adecuar la información para con los más chicos. Algunos hasta opinan que se trata de evadir ciertos datos para nada coincidentes con un sistema que por momentos se mostró como aristocrático. De todas formas, la mayoría de los consultados advierte que resulta necesario e interesante "humanizar" a los protagonistas de la construcción de un Estado independiente, para entender que la historia se ha construido por personas y no por semidioses. Aunque eso sí, estos detalles, en definitiva, casi nunca traspasan la calidad de pequeño complemento. Es que en la práctica lo trascendente es el proceso general de sus respectivas gestiones. Y, de esta manera, se logra comprender un poco más a estos grandes y complejos hombres, que dedicaron su vida a lograr un modelo de país acertado.

Belgrano, según Felipe Pigna


Para Pigna, en la escuela sólo destacan de Belgrano uno o dos aspectos de su vida. Esto responde a una cuestión ideológica de cómo ocultar ideas que hoy son políticamente incorrectas. Según el historiador, Belgrano es mucho más que el creador de la bandera: "Es uno de los primeros economistas del Río de la Plata: propone una nueva reforma agraria, el primer ensayo constitucional de la Argentina, habla del reparto de tierras, del respeto a las culturas nativas y de su representación, de la necesidad de crear escuelas bilingües, de la importancia de la justicia y de la equidad; de la industria y de la educación universal gratuita y obligatoria, cuando todavía se debatía la validez de aquello".
Pero para Pigna hay una intención de recortar a los próceres en tareas específicas -San Martín, el que cruzó los andes; Belgrano, el que hizo la bandera; y Sarmiento, el que creó escuelas- para enseñar que hay una continuidad, que el orden establecido no será cambiado y que la historia fue hecha por prohombres. "Esto hace que los ciudadanos comunes deserten de ciertos valores y tiende a crear una aristocracia, a separar una historia común del resto. Cuando la gente se siente parte, la cosa cambia", señala.

La Vuelta de Obligado, según Pacho O'Donnell


Para el autor de "Juan Manuel de Rosas, el maldito de la historia oficial", uno de los aspectos más negados por nuestra historia es la resistencia al ataque de Inglaterra y Francia durante el gobierno de Rosas, que se conoce como la batalla de la "Vuelta de Obligado". O'Donnell subraya que así se logró así impedir el objetivo invasor: crear una república mesopotámica que permita internacionalizar los ríos Paraná y Uruguay. "Este acontecimiento merece un feriado nacional. Pero como fue un hecho que sucedió durante la gestión de Rosas no se lo reconoce. Y sin embargo, por esto, Rosas recibe el sable corvo del General José de San Martín", dice el historiador.

Texto por Miguel Botafogo

Texto por Miguel Botafogo

Hola amigos; espero que estén bien. Soy un guitarrista argentino, enamorado de los blues, desde que vi y escuché a Louis Armstrong en una película de Walt Disney, cuando yo tendría unos 8 años. En esa película; hoy creo que descubrí el blues. Pero fue algunos años después, a los 12 años, que volví a encontrarme con los blues ; cuando la música de MANAL empezó a sonar en Buenos Aires. MANAL fue un grupo maravilloso que Uds. deberían escuchar, que realmente logró una síntesis de música netamente blusera, con letras que pintaban nuestra aldea con poesía bien porteña.

PAPPO es el guitarrista que trajo el sonido de la guitarra de blues eléctrico moderno e influyó en casi todos los guitarristas del país y marcó un rumbo. Desde su banda, PAPPO`S BLUES , surgieron muchos músicos que luego enriquecieron el panorama musical local.

Casi todas las bandas argentinas de los años 70´ tocaban algún blues en su repertorio. En la actualidad, el blues local está representado por bandas como: Menphis, Durazno de Gala, Blacanblues, Luis Robinson y los Chevy Rockets, La Mississippi, King Size, Yaría Brothers, La Napolitana, La Asociación, Los Delta Blues (mi actual banda de acompañamiento), 6 en Punto, La Rusa, Mamá Blues, Betty Blues Band, Blues Special Band, La Vieja Ruta, Fandango, La Bolsa, The Young Blues Brothers entre otros. En el interior del país podemos citar al legendario Barbosa y Mamá Prieta de Cordoba, La Leonera de Tucumán, Tragaldabas de Entre Ríos, Maxi de Santa Fe, La Bifurcada de Neuquén, entre otros. También podemos citar guitarristas virtuosos como: Pappo, Gabriel Jolivet, Gabriel Carambula, Gringui Herrera, León Almará, el blusero León, Alambre, Blind Willie (diseñador de esta página) y hay una nueva generación de jóvenes músicos que está formandose, y gracias a Dios, con mayor información de la que había antaño, incluyendo la suerte de haber visto tocar en vivo, en Buenos Aires, a grandes maestros como B.B.King, Albert King, Albert Collins, Honey Boy Edwards, Buddy Guy, John Hammond, Jimmy Rogers, Bruce Ewan, Hubert Sumlin, John Primer, John Mayal, Koko Taylor, Junior Wells, Eric Clapton, Jeff Healey, Taj Mahal, Ray Charles, Lefty Dizz, Robben Ford, Robert Cray, Kenny Neal, Larry Mac Cray, James Cotton, entre otros.

El blues hace su desembarco en forma contundente en Argentina en los años 60´, a través de músicos ingleses como ERIC CLAPTON, PETER GREEN, MICK TAYLOR, es decir los guitarristas de las diferentes bandas de JOHN MAYALL de aquella época. Estos fueron los músicos que influenciaron a nuestro principal referente, PAPPO.

Y, por supuesto, también bandas como los ROLLING STONES, FLEETWOOD MAC, o LED ZEPPELIN, en cuyos discos veíamos temas firmados por WILLIE DIXON, MACKINLEY MORGANFIELD, nos empezaron a dar las pistas del camino a seguir.

También existen algunos antecedentes antiguos del blues en Argentina, aunque lejanos del blues de Chicago o del Delta. Por los años 30` se recuerda el paso de algunas bandas de jazz como la de SAM WOODING, y las orquestas de tango incluían en su repertorio algunos foxtroxs.

En los años 40´ hace su aparición un guitarrista virtuoso que consigue repercusión internacional , el Sr. OSCAR ALEMAN. El fue un guitarrista básicamente de jazz al estilo Hot Club de Francia. Daba a los blues un tratamiento jazzistico "alla" LONNIE JOHNSON.

Fue guitarrista y arreglador en Francia de la "Venus de ébano", JOSEPHINE BAKER, y existen algunas grabaciones junto al mago DJANGO REINHARDT.

Desde entonces, los músicos de jazz, siempre incluyeron algunos blues en sus repertorios, como el gran guitarrista WALTER MALOSETTI quien también grabara con OSCAR ALEMAN.

Tuve la suerte de ver a OSCAR ALEMAN en vivo, en privado y en escena .Y en mi último disco tuve el privilegio de grabar con WALTER MALOSETTI.

Yo comienzo a explorar en búsqueda de las raíces del blues, como ya dije a partir de MANAL y PAPPO, y los músicos ingleses que antes nombré, entonces empiezo a descubrir a los padres: los tres reyes magos: ALBERT KING, FREDDIE KING, y B.B.KING .

WILLIE DIXON, MUDDY WATERS, T.BONE WALKER y luego a SON HOUSE, ROBERT JOHNSON, MISSISSIPPI JOHN HURT, y tras ellos SCOTT JOPLIN, JELLY ROLL MORTON y tras ellos los lamentos de los esclavos africanos, las canciones de prisión, los gospell, los spirituals, y luego los tambores, cánticos y danzas tribales.

Y luego al meterme más y más hoy veo una conexión mágica , misteriosa e invisible con la inteligencia que está en todo lo que vemos, oímos, gustamos, olemos, tocamos e intuimos y en todo lo que no vemos, oímos, gustamos, olemos, tocamos o intuimos.

Quiero decir que los blues son la música del cosmos, la música de nuestro más íntimo ser.

Los chinos en sus más antiguos tratados de acupuntura ya nombran la simpatía de determinados órganos de nuestro cuerpo con ciertos sonidos pentafonicos. Y diversas culturas de distintas partes del globo terráqueo usan la pentafonía como su principal escala; como lo hace el blues.

Por eso creo que Dios debe estar escuchando una gran sinfonía blusera.

Hace poco tiempo atrás, yo no me atrevía a hablar de estas "cosas raras", medio místicas, por que no es blusero hablar de ciertas cosas. Parece ser, que para ser blusero de verdad, hay que: hablar mal y criticar lo mas que se pueda de nuestros colegas bluseros, odiar el jazz ,el rock and roll, o cualquier otro estilo de música, poner la mayor cantidad de límites posibles como que el blues solo es blues si lo tocan músicos afroamericanos, preferentemente de Chicago, preferentemente de la década del 20´ al 30´, preferentemente con guitarras acústicas, preferentemente Dobro, etc, etc, etc, en las letras de los blues solo se hablará de putas, alcohol, drogas y todo lo negativo que se pueda, por supuesto, se inculcará a los músicos jóvenes, que no hay que estudiar, y que la música es un concurso a ver quien toca más rápido, y quien sabe más datos históricos, detalles, nombres, fechas , nombres y más nombres, fechas y más fechas,...... y por supuesto, uno mismo estar lo más drogado y borracho posible.

Les da risa no?.... pero es para llorar. Parece que no quisiéramos aprender. Por las drogas y el alcohol hemos perdido a grandes músicos que todos conocen y no voy a nombrar aquí.

Yo mismo he sido adicto y sé de lo que les hablo. He cometido los mismos errores que van a ver que critico hoy . Me indigna ver y escuchar músicos que promueven el consumo de drogas desde sus temas, o desde sus actitudes en público, alardeando de lo reventados que son.

Creo haber descubierto el verdadero sentido del porqué están las drogas al alcance de cualquiera y porqué se alienta el consumo de las mismas; y no me cabe duda, que es para mantener dormidos a los pueblos. Dormidos y enfermos no reclamamos nada a nuestros gobernantes. Ellos pueden seguir en su corrupta tranquilos. Solo los poderosos pueden pasar toneladas de drogas por las fronteras. Los músicos no podemos estar asociados a esta cadena de miserables, por que la música viene del cielo, pertenece al universo. Cada vez que compramos drogas pagamos una cuota a una sociedad con mafiosos cultivadores del infierno, que mantienen esclavizados a poblaciones enteras en las plantaciones y pisaderos que vigilan con francotiradores. Mafiosos asociados a gente de la policía y de los gobiernos que permiten sus movimientos e incluso construyen aeródromos para facilitar sus desembarcos. Asociarnos con estos miserables solo puede traer miseria a nuestra vida.

Se cae inocentemente en el consumo de drogas en búsqueda de inspiracion, y parece descubrirse todo un mundo espiritual al que solo se tiene acceso a través de las drogas ,debido a la confusión general de la cultura y la educación . Pero la inspiración viene con nosotros de "fabrica" y se cultiva con el estudio y la practica perseverante, a través de discos, libros, cursos, clínicas, zapadas, etc.

Y la búsqueda espiritual es algo de "fabrica" también por que "somos seres espirituales que esta teniendo una experiencia humana", como dice Wayne G.Dyer.

Aquel viejo dicho, "mente sana en cuerpo sano", tiene cada vez mas vigencia ,en un mundo que tiene medios poderosísimos para divulgar el consumo no solo de drogas, y alcohol sino también tabaco, comida basura ,medicina sospechosa, y lo peor de todo ideas; ideas sobre la belleza, el exito, y lo que es necesario tener para ser feliz. Y nosotros venimos con el equipo completo, no necesitamos nada de eso.

Hace más de diez años que soy vegetariano, dejé el tabaco, las drogas y el alcohol, comencé el estudio serio de la música (que es muy divertido), y empecé un camino de mirar hacia adentro (que es como mirar afuera). Hoy me siento mucho mejor y feliz, pude concretar libros y discos y una vida plena como músico y ser humano en su totalidad. Voy comprendiendo de a poco la totalidad de la vida, como diría Krisnamurti, y disfruto de mis hijos, de mi compañera Dafne, de mis amigos, de un día de sol o de un día de lluvia, descubro que puedo verme en todo, que todo está en mi, y yo estoy en todo y solo deseo paz, amor, prosperidad, bienestar y éxito para el mundo entero.

SOMOS EL POTENCIAL INCONMENSURABLE DE TODO LO QUE FUE, ES ,Y SERÁ, Y NUESTROS DESEOS SON COMO SEMILLAS EN LA TIERRA, QUE ESPERAN LA ESTACIÓN PROPICIA PARA MANIFESTARSE LUEGO EN BELLAS FLORES Y ARBOLES VIGOROSOS, EN JARDINES DE ENSUEÑO Y BOSQUES MAJESTUOSOS, Y ASÍ ES.

Un gran abrazo y muchos besos para todos;

Miguel "Botafogo" Vilanova.
Buenos Aires,
Argentina
Planeta Tierra

9.4.07

CANDIDATO EN FRANCIA - Polémico


El mejor anticonceptivo es la masturbación ...


... Esta es la recomendación formulada por el ultraderechista Jean Marie Le Pen al referirse a los métodos anticonceptivos durante una conferencia sobre la mujer organizada por la revista Elle en la Escuela de Ciencias Política de París. El líder ultra se enfrentó a los estudiantes llamándoles imbéciles por haber abucheado este comentario y su presencia en un debate democrático. Le Pen aseguró que tenían menos educación e inteligencia que los habitantes de los suburbios que protagonizaron la revuelta de finales de 2005. No debe pensar lo mismo su rival en la derecha, Nicolás Sarkozy, quien continúa sin poder hacer campaña en los barrios difíciles. Ayer, además, se quedó sin el chocolate tan apreciado en las fiestas de Pascua. Una manifestación a las puertas de la chocolatería que tenía previsto visitar en Lyon le disuadió con pancartas que le declaraban persona non grata.

Que hubiera pasado si...















Excelente - JaJaJa